Referir la sustentabilidad corporativa obliga señalar la evolución que en el tiempo ha tenido en su entendimiento en el ámbito corporativo y por tanto, en el enfoque para su gestión efectiva. Hasta los noventa se consideraba como una empresa sustentable la que era económicamente responsable al maximizar el beneficio económico a través del tiempo y cumplir la ley, en lo que hacía a su compromiso con los accionistas y los mismos colaboradores (as).
A partir de los 90 este concepto se amplía a la organización social y medioambientalmente responsable en relación a generar progreso en sus grupos de valor (partes interesadas) y en la sociedad actuando como agente de cambio y promoviendo equidad e inclusión. Asimismo, por la prevención de impactos en ecosistemas próximos a la operación empresarial y a la preservación del medio ambiente.
Si la consigna anterior era cumplir un plan de ventas, hoy ese imperativo ha virado a lograr la preferencia de consumidor por su percepción acerca de cómo una organización en particular actúa para cumplir lo misional, el modo como se gobierna, ética y transparentemente, y por la manera como cuida de su gente. Porque ya no basta hacer buenos negocios, sino hacer bien los negocios.
Es cada vez más apremiante que las compañías gestionen, mantengan e incrementen su nivel de sustentabilidad desde una mirada directiva de largo plazo y de impacto positivo en el relacionamiento con sus grupos de valor, como actores estratégicos de su cadena de valor e imprimir en ésta, la perspectiva de sustentabilidad.
En Próxima encuentra una firma consultora aliada para la construcción o el robustecimiento de la sustentabilidad de su organización desde la responsabilidad social como estrategia de negocio.